martes, 5 de diciembre de 2006

Oda al frío.

Puerto deportivo. Castelldefels (Barcelona)

El calor desbarata todos mis planes. No me gusta. Siento aversión hacia él. Me anula. Hace que mi piel esté incómoda y que mi cerebro reciba claramente la orden de estar intranquilo. Y yo, que a veces soy esclava de los circuítos de conforman los hemisferios de mi endiablado entramado cerebral, empiezo a revelarme hasta que logro huir a la calle y al sentir el aire fresco en mi cara me encuentro ¡por fin! liberada, como si hubiera rescatado a mi cuerpo de una cárcel con barrotes de mercurio licuándose en torno a mi.
Me gusta sentir la frescura de las bajas temperaturas, mas si estas fueran demasiado bajas, me acurruco en mi misma, bien pertrechada, con la cremallera del anorak hasta arriba si fuera necesario, y me siento agusto entre mi propio arrumaco y las plumas de mi prenda de abrigo, sin deseos de sudar. Digamos más bien que es un momento totalmente íntimo, pero exento de erotismo.
Me gusta el ambiente natural del calorcillo, así es: una calefacción sobre 10, el 4. O sea, tibieza en estado puro, sin alardes de hipertermia.
Me gusta cuándo se me eriza la piel tras un estornudo sin motivo y de pronto siento frío (no sé si es cuestión orgánica o es impresión mía).
Me gusta mezclarme con las sábanas frías cuando me acuesto; me gusta despertarme en la madrugada y estar aterida e ir entrando, tras taparme, en calor poco a poco, como degustando el cambio de temperatura, hasta alcanzar un microclima idóneo para seguir durmiendo.
Pero sobre todas las cosas, me gusta la fría brisa de una playa al atardecer, sentirla como penetra por cada uno de los poros de mi piel, me gusta ese filo aguzado que corta cualquier sospecha de una tarde calurosa impregnada de sudor y arena. Pero es que... (aquí me pongo triste) han sido tan pocas las veces que he podido tiritar en el mar ...

Esto es sin duda una visión personal (romántica) del frío, pero mis perversas amigas dicen que lo que me pasa es que estoy pre-menopáusica...

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial tu versión del frío, gelu, me ha puesto carne de gallina de lo creible que resulta.
Sin embargo, es tu versión tan exageradisima del calor, igualmente bien descrita, lo que me hace pensar perversamente que lo causa la menopausia.
De cualquier modos, frio o calor son solo sensaciones que sentimos comparadas con...+ -, así que si te empeñas llegarás a disfrutar del calor tanto como disfrutas del frío

Ángela dijo...

jooo, pero que no estoy meopausicaaaaaaa (sin ir más lejos, hoy tengo la regla, guapa) Además, nunca me ha gustado el calor y a los 10 años, o a los 16 o a los veinte o treinta... no se tiene menopáusia, Arroba, hija.

Anónimo dijo...

yayaya, bien se yo que la menopausia te queda muy lejos,niña, no te sulfures que te acaloras.
Solo decía que si te empeñas aprenderás a disfrutarlo y más te vale porque el día que te llegue eso que tanto temes... uf, no se qué va a ser de ti como te de un buen sofoco desos

Anónimo dijo...

Sin embargo, es una lástima porque debe ser genial que en pleno sofoco menopáusico te pusieras a escribir lo que sientes

Javier dijo...

Iba a escribir algo pero... con tanta menopausia... ¡me he quedado helado!.

Ah, ya sé lo que iba a decir... a mi también me gusta el calorcito que da estar rodeado de frio. Y es que no hay nada como abrigarte con tu propio calor.

Saludos.

Ángela dijo...

No te asustes Javier, hombre. Ya sabes cómo somos laa chicas hablando de lo nuestro. Y sí, como bien dices "no hay mada como abrigarte con tu propio calor". Un saludo:-)

Anónimo dijo...

Pues iba a pedir permiso para entrar en la conversación con algo serio, pero he cambiado de opinión, !ea!. Sólo decirte que no te asuste, ángela, bonita. Que esas historias suelen exagerarse mucho y algunas(reconozco que muy pocas) la recibimos como un regalo del cielo. ¡Yo, hasta lo celebré y todo....!(Por cierto, prefiero el calor).

Ángela dijo...

Gracias, Nac, eres una buena amiga, no como otras...
Ya sé que prefieres el calor. ¡Qué famila más friolera, señor, señor!

Anónimo dijo...

El frío conserva, el calor corrompe...

IrV dijo...

Hola!!

Hasta me dio frío! ajajajajaja

A mi me gusta mucho el frío. Por que si te tapas bien, se te quita, por el contrario, si hace calor, por más que te desvistas, seguirá haciendo calor, y para contrarrestarlo, se necesitarían instrumentos, como aire acondicionado o ventilador o algo.

Además, en el frío, sabe mejor una taza de chocolate caliente! ajajajaja

Saludos!

Ángela dijo...

Teresa, habrá excepciones... ¿O no?

irv, lo de la taza de chocolate es definitivo, si. En invierno sabe de otra manera.
¡Salud!

Arthur dijo...

Buenas Angelusa, yo por el contrario, a mí me gusta el calor, sudar y tomar agua para refrescarme. No soporto el frío porque de llegar a una temperatura demasiado baja, me quedo tieso (paralizado) en mi cama, sin poder pararme para nada (solo para ir al baño) porque no me da la fuerza ni para mover un dedo.

Ahora, yo he dicho que me gusta el calor, pero no el sol. Yo sería feliz que hiciera calor, pero que fuera de noche las 24 horas del día (!!!).

Ahora ya sabés un poco más de mí.

Saludotes, abrazotes y besotes.

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Ángela dijo...

Pues el sol y yo también somos enemigos, Arthur. Pero eso sí, las puestas del astro son tan increibles que lo perdono sólo por dejarme contempla esa maravilla que es el ocaso.