domingo, 24 de diciembre de 2006

Ayer por la tarde, una mujer a la que no conocía...

Bercianos de Aliste (Zamora)
Ayer por la tarde una mujer a la que no conocía me saludó muy efusivamente; me dio un par de besos, me preguntó por mi estado de salud y el de mi familia, y me deseó muy felices fiestas, y también aprovechó para contarme brevemente una tierna anécdota de su nieto pequeño -que celebré como si lo conociera- y bueno, me dijo lo del "susto que me dio Juan" y de lo bien que estaba evolucionando, pero de lo mal enfermo que era (de manera que acabé concluyendo que era su marido). De verdad que me alegré de la mejoría del hombre, aunque no tenga ni repajolera idea cual fue el motivo de su paso por quirófano. Y no me parecía oportuno preguntar, no sé bien si porque ella daba por hecho que yo conocía al dedillo el historial clínico del señor Juan, o bien porque si le preguntaba me arriesgaba a que ella misma me narrara todo el proceso pre y post operatorio, paso por paso, apósito por apósito, punto por punto o lo que es lo mismo, sutura por sutura. En fin, que no, que hay gente que se lía a contarte sus batallitas hospitalarias, recreándose en ellas de tal modo que acabas operada y con fiebre. No sé si este hubiera sido el caso, porque mi desconocida señora no parecía una mujer a la que le gustara detallar, eso se nota al cabo del primer minuto de conversación, auque meter baza, lo que se dice meter baza, no es que me hubiera brindado muchas oportunidades en los 6-8 minutos que estuvimos juntas. Por otro lado, ella tenía prisa porque la esperaban su hija y su yerno en los soportales de la plaza y parece ser que a su yerno no le gustaba esperar por nadie. Ya sabes como son los hombres, me dijo con un gesto entre resignado y complaciente, con ese movimiento de cabeza que va perfectamente coordinado a la vez con los ojos medio abiertos/medio cerrados y los morros fruncidos.
Yo estaba un poquito cortada porque aún no había descubierto quien era la amable mujer que se había dignado a parase a saludarme aún a riesgo de que su yerno le montara un pollo. Pero mis dudas se disiparon cuando me preguntó si mi hermana había aprobado ya las oposiciones y que bueno, que de lo otro... mejo no hablar, ¿para qué?, las cosas cuando viene mal dadas es mejor no removerlas, maja... Bueno hija, que me voy ya que estos estarán preguntándose si me habré perdido. Dale recuerdos a papá y a mamá y que felices fiestas para todos. Los niños tuyos ya estarán grandes, ¿verdad?
Bien, pues resulta que no tengo ninguna hermana, mis padres ya no están y nunca he parido. Pero no me dio tiempo a contestarle nada más qué: gracias, igualmente para ustedes, que siga bien Juan. Conste que no trataba de ser irónica en absoluto, pasó que lo último me lo iba diciendo a medida que se alejaba y no era cuestión de ponerme a gritar para desfacer el entuerto, ni de entretenerla más (su yerno...) para decirle que se había confundido de persona, además... me había involucrado de tal manera en la conversación, aunque fue ella quien lo dijo todo, y me pareció tan entrañable la mujer, que no tuve valor para sacarla de su error.
En fin, que a veces suceden estas pequeñas cosas y apetece ponerlas a disposición de los demás, sobretodo para valorar si mi actitud fue la correcta o no. Por si me vuelve a pasar...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu actitud fue perfecta. La mujer tenia ganas de hablar, y el malentendido no hizo mal a nadie... Pienso.

Anónimo dijo...

Tu actitud no sólo fue correcta, sino hasta exquisita diría yo, majita.
No sé si yo hubiera tenido la misma paciencia que tú. Seguramente se me hubiera soltado la risa a la primera de cambio, dejando a la pobre mujer desconcertada.
Tu historia me ha encantado, por sencilla y cotidiana. Un besazo y que pases una noche tranquila y agradable. Como todas las demás.
Por cierto, ya ha vuelto el Sr Panocho.

IrV dijo...

JAjajajajajaj Excelente reacción!

Buena experiencia.

Saludos!

FELIIIZZ NAVIDAAAD!

Ángela dijo...

Teresa, eso creo yo. Además me fui sonriendo con la impresión -lo confieso ahora- de haber hecho algo bueno.
¡Teresa, hoooooola!

Nac, anda ya... no te imagino riéndote en plena conversación. Eres demasiado educada. La noche fue estupenda, si: cenamos en casa de unos amigos, buena compañía, exquisitos manjares. Ya me contarás mañan, peors eguro que la vuetras fue un éxito también. ¡Por fin volvió el Sr. Panocho, qué bien! Ahora voy a decirle algo.
Un besito para tod@s.

irv, gracias. Como experiencia fue estupenda. A veces cosas aparentemente insignificantes nos hacen esbozar una plácida sonrisa. Saludos para tí también.

Anónimo dijo...

Por supuesto que fue correcta! Y divertida :)

Gracias por compartirla con nosotros.

Feliz Navidad, Gelusilla!

Llanos dijo...

Más de una bes me he visto yo en ese tesitura y suelo pasar un mal reto. ¡Je!

Un besote, maja.

Ángela dijo...

Arare, Muchas gracias, bonica.
Y de nada. Es un placer.
Felíz para ti también. Muás.

Llanos, ¡chin-chín! ¿Rato o reto? ¿O ambas cosas?
Muás pata tí también, maca.

Llanos dijo...

Jejeje. Las prisas... ¡Rato! Otro besito :)

Y en vez de "bes", pues ya sabes. Será la Navidad ;)

Arthur dijo...

Yo también pienso que hiciste bien, porque, que tal si la hubieras sacado de su error, a lo mejor le rompías el corazón a la pobre señora.

Cuando esas cosas pasan es mejor ya no moverle al asunto y dejar que el asunto siga su curso.

A mí también me pasó: un señor ya muy viejo me confundió con su nieto Carlos (???) y yo le seguí el juego.

Y es que pasa que en éste mundo siempre habrá alguien que es indéntico a nosotros. Tal vez la señora te ha confundido con una amiga suya.

Saludotes, abrazotes y besotes.

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur