jueves, 29 de enero de 2009

Bigudíes y paniculata

Bigudíes y paniculata son dos palabras que me han fascinado siempre.
Así, tal y como suenan: bi-gu-dí-es, pa-ni-cu-la-ta, la primera en plural y la segunda en singular.
Hay palabras que encierran un mundo mágico entre las paredes de sus sílabas sin necesitar de otros accesorios del lenguaje para darles forma; universos retóricos ajenos al resto de los vocablos. Piezas únicas de coleccionista.
Supongo que sabemos todo el mundo qué significan aunque ahora que lo pienso... a lo mejor son palabras de chicas y los chicos ignoran de qué estoy hablando.
La primera vez que vi un bigudí fue en la peluquería de mi prima Carmina. Me encantaba mirar cómo enredaba el pelo de las señoras en semejantes artilugios de madera y les metía la cabeza en el secador. Entonces era muy pequeñita y no me hacía preguntas fáciles tales como para qué podía servir todo aquel ritual de maderitas y redecillas. Ni tan siquiera me parecía extraño, solamente me llamaba la atención el proceso. Que las señoras quedaran favorecidas o no excedía de mi capacidad de observación. Mucho ruido, muchas revistas y conversaciones polifónicas mientras yo quedaba extasiada del trasiego de la peluquera en cabezas ajenas, además de los bigudíes, es la imagen que me quedó de aquella peluquería.
La paniculada es una palabra más reciente en mi vocabulario. La había visto cien veces, pero ignoraba el nombre y me parecía hermosa aún sin nombrarla. Una vez apareció en una esquina de mi huerta una mata de esa misma planta, que es lo que se pone a los ramos de flores para, si cabe, adornarlos aún más. Nunca supe quien la plantó ni porqué. Debí olvidarme de preguntar, aunque sospecho que fuera una confusión. Pero ahí estaba, adornando el verano. Me enteré que su nombre era paniculata y decidí esculpirlo en mi mente.
No sé, pero sospecho que todo el mundo tiene alguna palabra prohijada, ¿no?
Y bueno, aquí me encuentro esta noche, encerrada entre estas nueve sílabas quizá porque tema pronunciar otras que acaben desvelándome del todo.

12 comentarios:

Moony-A media luz dijo...

Azulejo y alfeizar.
Esas son mis palabras fetiche.
Azulejo porque me suena a pájaro, a azul y a brisa.
Alfeizar, porque suena a geranio, a tardes de sol, a infancia.
:D

Pero, las tuyas no están mal. Sobre todo bigudíes.

Un beso grande.

Moony-A media luz dijo...

Usa las mías también, pero, las otras, ni tocar.
Y que te conste que te vigilo :D

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Lo del bigudí lo he tenido que mirar. Ni idea, es como un rulo o así.

La paniculata sí sabía lo que era. Esas minúsculas flores bellas por si mismas pero que se, emplean para engalanar ramos.

Bellas palabras. A mi me gustan muchos nombres de la botánica como la ampelopsis o el cyclamen.

Ciao.

Jove Kovic dijo...

Adarve y lavanda, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Ahí va la mía: trócola.

Isabel Barceló Chico dijo...

Bueno, querida, estás atrapada (felizmente) entre dos vocablos que parecen estar situados a más distancia de la que existe entre la peluquería de Carmina y tu huerta. Así son los vericuetos de la mente (a los que quizá alguien puso también vigudíes para hacerlos tan rizados). Me despido con una sonrisa. Besotes.

Clarice Baricco dijo...

Es tan gracioso el juego de palabras. Nos llevan a tanto.

He disfrutado de tus textos y me gustó el del metro de París. La foto de la bicicleta está hermosa.


Abrazos.

Graciela

Miguel Schweiz dijo...

Me gustan esas palabras que has puesto, me parece oírte incluso; es que las has tratado y le has dado una vida que es lógico.

Los bigudíes no los usé nunca, pero sabes podemos utilizarlos como haces tú con esas anécdotas tan gráficas, con el sabor sepia.

Y la planta es una belleza, tiene un nombre que le va de maravilla. Quizás ella hubiese preferido algo más sencillo... no lo sé, pero pronunciarla nada más crea un simbiosis.

la noche y las nueve sílabas de Angelus, que quieren revolverlas para crear con ellas otras. Ni se te ocurra. :)

(¿Te digo que es una delicia de escrito?)

Bigubesos paniculados

Anónimo dijo...

Sí, las palabras pueden hacer mucha compañía. A mí me hace mucha gracia "poyete".

Kurtz dijo...

no conocía estas dos palabras, lo reconozco. Y me han gustado.
Salud.

Felipe Sérvulo dijo...

Tienes razón, hay palabras que tienen vida.

Anónimo dijo...

"caleidoscopio", me gusta a pesar de ser tan larga y dificil de pronunciar. ¿será por las innumerables (palabra también dificil)perspectivas (digo lo mismo) que nos ofrece de la vida?